Me gusta ver que ofrecen las producciones de mi país, para variar un poco y apoyar lo nacional.
No esperaba mucho de esta película, juzgándola por los avances que vi en el cine. Parecía producción de telenovela mexicana con humor para el común denominador más bajo. Y, en efecto, así fue mi experiencia.
La historia empieza con Polito, un hombre de familia que trabaja para una compañía de paquetería y correspondencia en Yucatán. Recuerdo el nombre de la compañía, era algo así como "lento, pero seguro"; chistoso el nombre. Lamentablemente, eso fue una de las pocas cosas buenas de la película.
Polito busca ser transferido a otra sucursal de su compañía, específicamente a Cancún, con la ambición de llevar a su familia a un lugar más agradable y divertido. Vivir en un pueblo donde nada sucede y todo es monótono está afectando su familia, al grado de que la esposa está amenazando con divorciarse. Todo esto lo manejan con todo burlesco y cómico, pero no es del todo convincente o gracioso.
Debido a que no ha podido conseguir su transferencia, Polito decide hacerse pasar por discapacitado en silla de ruedas para ganar la simpatía del supervisor para facilitar su transferencia.
l supervisor llega y después de intentos de humor, sorpresivamente Polito logra conseguir su transferencia, solo para arruinarlo al pararse de su silla de ruedas para agradecerle emotivamente al supervisor.
Como castigo, el supervisor asigna a Polito a Tijuana, que se encuentra al otro extremo del país. Esto le causa mucho estrés al padre, ya que tiene que viajar en Vocho y con los prejuicios que tiene de la ciudad; un lugar lleno de crimen y escoria.
Polito recorre varios lugares vacacionales de México, dando vibras de comercial turístico; inyectando algunas escenas donde el protagonista se encuentra perdido.
Después de una larga travesía, al fin llega a Tijuana; la cual es mi ciudad natal.
Polito es recibido por unos cholos estereotipados, hablando Spanglish. Al principio el padre resulta prejuicioso y grosero con sus nuevos anfitriones, pero lentamente se encariña y forma una amistad. Incluso le ayuda a uno de los cholos a resolver sus problemas amorosos y a confrontar a una madre posesiva.
El conflicto principal llega cuando Polito convence a regañadientes a sus nuevos amigos a hacer creer a su esposa de que Tijuana es un lugar de mala muerte y que todos los estereotipos malos son reales, con el fin de mantener su narrativa de estárcela pasando mal para mantener a su esposa alejada. Si esto suena ridículo, es porque lo es.
Eventualmente, la verdad sale a la luz y el padre debe confrontar sus mentiras. La familia decide vivir en Tijuana y ellos logran encariñarse con la ciudad.
Al final, la familia logra conseguir una transferencia a Cancún, pero no sin antes tener una despedida melancólica con sus nuevos amigos.
Melodramáticamente, mencionan que todos los que llegan a Tijuana lloran dos veces, una cuando llegan y otra cuando se van.
Debo admitir que me dio gusto ver partes de mi ciudad en la pantalla grande del cine, pero este agrado fue opacado por un guion sobreactuado, estereotipado y forzado, con todo el carisma de una telenovela mexicana.
No quiero decir que esta película es una completa bazofia, tiene sus lados jocosos y chistosos, pero esto abarca solo una pequeña parte de la película.
Con una trama predecible y un humor soso, Welcome al Norte es un largometraje que se siente más como un comercial turístico, y no muy convincente.
1 de 5 estrellas, es mejor ver compilaciones de comerciales en YouTube que ver esta película.